El tamaño de una empresa sí es importante. Andalucía tiene un gran número de empresas en su tejido productivo, y algunas muy importantes, pero necesita empresas más grandes. En términos comparativos, el tejido empresarial español se encuentra por debajo de la media de los países de la Unión Europea, y Andalucía se encuentra por debajo de la media de la dimensión del tejido empresarial español.
Si consideramos el empleo generado como el principal factor de clasificación de las empresas por su dimensión, ya de por sí es una gran razón para hacer crecer una compañía.
Pero hay más. Las grandes empresas son las que registran una mayor productividad por hora de trabajo, son las empresas que más exportan, las que llevan a cabo más inversión en I+D y las más innovadoras. Además las empresas más grandes tienen un mayor índice de supervivencia.
Los tiempos cambian, y con ellos la forma de trabajar y de producir. La revolución tecnológica y la introducción de la era digital en el mundo empresarial nos obliga a cambiar las características del nuevo entorno económico y productivo, concibiendo una nueva cadena de valor para poder competir en él.
El carácter individual o corporativo de la dirección de la compañía es un factor relevante en el crecimiento empresarial, ya que por ejemplo los emprendedores suelen concebir sus empresas con una dimensión determinada y les cuesta dar el salto a una estructura empresarial más compleja.
En los últimos años tanto la Comisión Europea, como el Gobierno de España y, principalmente, los Gobiernos autonómicos y locales han desarrollado numerosos programas para facilitar la creación de empresas, el apoyo a emprendedores, ayudas a autónomos y al autoempleo, actuaciones que fomenta la Confederación de Empresarios de Andalucía.